Hay cuatro grandes grupos atraídos por los cripto activos.
En noviembre del año pasado, cuando el precio del bitcoin tocaba sus máximos históricos, poco más de 66 mil dólares, había mucho entusiasmo por el cripto activo, la discusión en algunos círculos se centraba en saber si el próximo techo en el precio serían los 100 mil dólares, evidentemente, ese escenario no se materializó, sin embargo, el tema sigue vigente. Hay cuatro grandes grupos atraídos por los cripto activos.
Un primer grupo acaba de llegar al espacio cripto, no entienden mucho y tienen la convicción de que van a lograr grandes rendimientos en poco tiempo comprando y vendiendo criptoactivos en alguna plataforma y siguiendo los consejos de algún miembro de este grupo que tiene teorías un poco más elaboradas, y que probablemente gana algo por atraer nuevos inversionistas; de los cuatro grupos son los que más están sufriendo con las caídas recientes.
Hay un segundo grupo que tiene un modelo de entendimiento más sofisticado de las dinámicas y mecanismos que determinan los precios, aproximan sus transacciones como lo harían con una acción o cualquier otro activo. En este grupo ubico a figuras sofisticadas, como el inversionista Ray Dalio, quien considera al bitcoin como una suerte de oro digital, pero evalúa que dicho mercado tiene un tamaño y profundidad menor al del metal precioso, pero tiene la ventaja de ser más. En este grupo también radican los que tienen una ideología libertaria y buscan romper con lo que consideran el yugo de los gobiernos y los bancos centrales, les ha tocado padecer procesos inflacionarios, usualmente tienen alguna confusión o error en su percepción del funcionamiento de la política monetaria. Obviamente, los miembros libertarios de este grupo aborrecen la idea de una criptomoneda respaldada y emitida por un banco central, para ellos, la caída del bitcoin es temporal.
El tercer grupo está compuesto por perfiles que tienen un entendimiento profundo del funcionamiento de los cripto activos, conocen de los distintos tipos de blockchain, tienen una opinión con respecto a las bifurcaciones del bitcoin para cambiar el tamaño de los bloques o más recientemente de las ventajas y desventajas del proof of work versus proof of concept en Ethereum, etcétera. En este grupo están muchos pioneros y emprendedores que alcanzan a vislumbrar los alcances de las entidades descentralizadas, también conocidas como DAO, por sus siglas en inglés. Este grupo suele tener una exposición significativa a las pérdidas, pero sus miembros saben que deben ser pacientes porque participan más por convicción que por ganancias. La limitante de los miembros del tercer grupo es que entienden poco de política monetaria, entonces no saben cómo abordar el problema inflacionario del bitcoin o el problema que presenta un activo como dogecoin, al no haber límite a la cantidad que se pueden producir, además, evitan abordar la dimensión política del dinero y la implicación social que tendría el desplazamiento de los bancos centrales y sus mecanismos. En este grupo también abundan los libertarios, tipo Michael Saylor.
El cuarto grupo entiende muy bien la tecnología de los cripto activos, de hecho, suelen ser desarrolladores de la misma, entienden la discusión política, pero su experiencia y optimismo les dice que pueden rebasar y sacudir a las viejas estructuras políticas, como lo han hecho con otros proyectos y compañías. Aunque este grupo tiene ciertos grados de ingenuidad, está curtido, ha lidiado con la resistencia social a los cambios.
Un quinto grupo que no está atraído por los cripto activos, pero que ocupa posiciones de poder en la estructura financiera, entiende la discusión, sabe que los cripto activos no van a desaparecer, pero está tratando de evaluar cuál es la mejor política para aprovecharlos o lidiar con ellos, aquí están los Carstens o Christine Lagarde.
Los cinco grupos garantizan que, por más crudo que sea el invierno, en el futuro cercano y lejano habrá un espacio para los cripto activos, aunque pienso que, de prolongarse un par de años, el bitcoin no volverá en su versión actual a los niveles de noviembre del año pasado.