-Trump rompió todos los moldes y puso a prueba a las instituciones de Estados Unidos.
Hay décadas que transcurren como años y años que transcurren como décadas, desde el verano de 2016, los años se hicieron décadas, el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, nos dio la primera noción de que el mundo ya no era como antes y las estructuras globales que se habían construido después de la caída del Muro de Berlín ya no gozaban de legitimidad entre amplios sectores de la sociedad. Unos meses después se dio la sorpresa del triunfo de Trump, quién rompió todos los moldes y puso a prueba a las instituciones de Estados Unidos teniendo el punto más alto de tensión el 6 de enero de 2021. En su momento, Henry Kissinger dijo de Trump que es una de esas raras figuras de la historia que marcan el fin de una era, conscientes o no. Con Trump se rompieron algunas inercias como el cambio de tono de la relación Estados Unidos-China, lo que marca el arribo a un mundo bipolar.
El interés nacional se colocó nuevamente como el principal criterio de las relaciones internacionales, los liderazgos de corte populista y autoritario brotaron en todos los espectros políticos y en todos los continentes. A ello se sumó la pandemia que mostró que el Estado sigue siendo la referencia para la especie humana en situaciones límite, pero también mostró que los liderazgos políticos en las democracias no están construidos para resolver problemas abstractos, una y otra vez, la mayoría de los líderes subestimaron a la pandemia y fueron incapaces de coordinarse con la suficiente celeridad para contener el problema. Fue la ciencia la que salvó la situación, pero aun con vacunas, no se logró generar una respuesta global y el costo fueron millones de vidas, y terceras y cuartas olas. La lección de la pandemia es que la sociedad humana no está lista para lidiar de manera eficaz en contra de problemas abstractos y globales como el cambio climático. Aunque en su carta de 2020 Larry Fink, el CEO de Blackrock, que es el mayor administrador de fondos, dijo que pagarían mayores rendimientos a las empresas que tengan en su modelo de negocios la disminución de gases de efecto invernadero. Todavía queda un largo camino por recorrer para que las siglas ESG sean algo más que una etiqueta de moda, la salida de Tesla del ESG Index es un mal indicio.
Además, 2021 mostró la fragilidad de las cadenas de suministro y la necesidad de construir resiliencia geográfica, lo cual está alineado con un mundo multipolar lo que reducirá la interdependencia económica y aumentará los riesgos militares entre los estados-nación.
A todo ello se suma la invasión de Ucrania por parte de Rusia que, por un lado, agudizó el proceso inflacionario, por el otro mostró que las democracias occidentales siguen siendo eficaces en responder de manera colectiva ante amenazas de un estado-nación, amenazas muy típicas del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. La parte que resultó inédita en la respuesta de Occidente a la condenable invasión rusa fue la afectación en contra de las reservas que había acumulado el banco central de ese país, así como su expulsión de facto del sistema financiero internacional, lo que ha ocasionado que países como China e India comiencen a buscar alternativas o refugios para reducir su exposición a Occidente ante la posibilidad de que en algún momento se encuentren en el lado equivocado de la ecuación. Un factor adicional son las cajas de resonancia que se generan con un modelo de comunicación en silos habilitados por los teléfonos móviles conectados a internet que genera burbujas, cuya única conexión con otras burbujas se da desde el antagonismo.
El mundo que emerge en 2022 está más fragmentado en el interior del Estado-nación por presiones sociales derivadas de la inflación y los silos de información proclives a la polarización, tierra fértil para populismos autoritarios. También es un mundo de más conflictos entre dos grandes polos, Estados Unidos y China, lo que dificulta articular respuestas globales ante la principal amenaza que es el cambio climático. El hielo está delgado para cisnes negros por lo que el mundo se va a poner más dramático y los años seguirán pareciendo décadas.