Rodrigo Pacheco
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La ecuación de Tesla en México

Elon Musk fue desmentido rápidamente esta semana por quien fuera uno de sus ejecutivos clave en Tesla. Rohan Patel, quien trabajó durante ocho años en la compañía y se desempeñaba como vicepresidente de asuntos corporativos y desarrollo de negocios, era la voz autorizada para hablar de la planta en México. Después de las declaraciones de Musk, Patel posteó: “El riesgo de que Trump imponga aranceles de importación a los automóviles mexicanos fabricados por empresas estadunidenses es casi nulo. 1. Perjudicaría significativamente a las empresas estadunidenses. 2. Es muy probable que sea ilegal, según su propio acuerdo TLCAN actualizado. Ésta es sólo su habitual fanfarronería para asustar a las empresas chinas y evitar que se establezcan en México. Es mucho más probable que exista alguna excusa relacionada con la seguridad nacional para excluir vehículos específicamente chinos”.

 

LA HUELLA TESLA

Hay tres mercados automotrices relevantes a escala global para los vehículos eléctricos: Estados Unidos y la región Norteamérica, Europa y China. Para tener alcance global, Tesla necesita producir en estos tres mercados. Por ello, en tiempo récord de construcción, comenzó a producir vehículos en la gigafactory de Shanghái a finales de 2019 y para octubre de 2022 inició las operaciones de la gigafactory de Berlín.

 

 

TESLA Y EL VOLUMEN

Desde que Elon Musk tomó el control de Tesla, su visión era democratizar la adopción de vehículos eléctricos. Comenzó con un coche deportivo que hiciera más sexy el concepto, para luego evolucionar hacia vehículos de categorías más asequibles. De ahí surgieron el Modelo S, luego el X, el Modelo 3 y el Y, todos ellos fueron bajando de precio. En un arranque caprichoso, quizá visionario, se introdujo el Cybertruck. El siguiente paso que tenía que dar Tesla era el modelo de gran volumen, cuyo nombre clave fue Redwood y que tendría un costo de 25 mil dólares.

 

 

MÉXICO Y EL VOLUMEN

La gran mayoría de los grandes jugadores automotrices tienen plantas en México porque el país ha logrado desarrollar la sofisticación de la mano de obra, la ingeniería de manufactura, la proveeduría y la conexión logística. México es un engrane importante en la manufactura de la región Norteamérica y, por ello, una planta en el país está muy alineada con la visión de Tesla de tener un vehículo de volumen. Cuando se habla de vehículos masivos, cada dólar en la producción cuenta, y la estructura de costos mexicana es la más competitiva de la región Norteamérica. Obviamente, hubo mucho escepticismo por el capital político que le da a la entidad recibir una inversión de una compañía con el aura de Tesla.

 

CAMBIO DE ECUACIÓN

Desde mediados de 2021 había dudas con respecto a la velocidad del abatimiento de la inflación y, por lo tanto, el nivel de las tasas de interés, así como la posibilidad de un aterrizaje suave (bajar la inflación sin llegar a recesión). La economía de Estados Unidos se ha mantenido robusta, pero la inflación ha tardado en bajar y por eso las tasas han estado subiendo, alcanzando en julio del año pasado los niveles más altos desde 2001. En octubre, Elon Musk dijo que la velocidad para tener una planta en México dependería de las tasas de interés y, desde entonces hasta ahora, no han bajado.

 

 

EFECTO TRUMP

Elon Musk respaldó a Trump, quien se encamina a regresar a la Casa Blanca. A pesar de ello, las señales no son buenas para Tesla, debido a que el republicano les ha dicho a las compañías chinas que les puede permitir vender en Estados Unidos si ponen una planta en ese país, y les pondría arancel si la ponen en México. En caso de permitir plantas de BYD, GWM, o Chirey, sería una sacudida para el sector automotriz en general y Tesla en particular, debido a que ellos ya tienen vehículos de volumen. Ante el regreso de Trump, quien se ha lanzado a fondo en contra de la transición a vehículos eléctricos, ya no sería tan rentable avanzar hacia la electromovilidad para muchos estadunidenses. Ante todo ello, es relativamente lógico que Elon Musk esté recalculando toda su estrategia, aunque es un pretexto poco creíble que diga que es por los aranceles automotrices de Trump a México.

Como escribió Patel, es probable que de todas formas se frene a los autos chinos en EU bajo pretextos de seguridad nacional. Por eso, todo el sector espera hasta el resultado de noviembre y habrá que esperar hasta el primer trimestre de 2025 para ver cómo se reconfigura o no el sector. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que México es muy competitivo y que, de querer volumen, Tesla necesita una planta en el país hasta que Optimus sea un factor y eso tardará al menos cinco años.