Rodrigo Pacheco
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Las avestruces mueren de cáncer

El miércoles 24 de julio, Femsa reportó que en el segundo trimestre su unidad de proximidad adicionó 390 unidades, con lo que cerró con 23 mil 690 tiendas de conveniencia. Éstas tuvieron un buen desempeño, con un crecimiento en tiendas comparables de 4.1 por ciento e ingresos totales de 78 mil 526 millones de pesos, lo que significa que en promedio cada unidad le representa 36 mil 830 pesos por día. En cuanto a la división de combustibles, la compañía regiomontana reportó ingresos en el segundo trimestre de 16 mil 796 millones de pesos y un total de 570 estaciones de gasolina, lo que significa que cada una tiene ingresos promedio de 327 mil pesos por día.

 

EL IMPACTO

Un día después de su reporte trimestral, el 25 de julio, Femsa dio a conocer que tuvo que cerrar 193 tiendas y 7 estaciones de gasolina que opera en Nuevo Laredo, lo que implica, grosso modo, una pérdida de ingresos de 65 millones de pesos hasta hoy. La empresa fue escueta en su comunicación, pero informó que denunciaron los hechos ante las instancias correspondientes y permanecen en comunicación con las autoridades. A nivel estatal se dijo que están en contacto con la compañía y, desde varias trincheras, se intentó darle un tono positivo a la situación al afirmar que se revitalizó el comercio local ante el cierre de los Oxxo, como si la compañía tuviera una connotación negativa por atreverse a operar. El grupo local del crimen organizado difundió un video también deslindándose y culpando a alguien más.

 

TRAGEDIAS

En el contexto de dicha situación, Julio César Almanza Armas, miembro del comité ejecutivo de la Concanaco-Servytur, dio una entrevista el lunes a Multimedios en la que decía que “se ha convertido en deporte nacional el cobro de derecho de piso en Tamaulipas”. Un día después de la entrevista, fue asesinado en Matamoros. Lamentablemente, no es el único líder empresarial local que ha sido ejecutado en los últimos meses. Al impacto económico de operar en zonas donde domina el crimen organizado se suma el riesgo tangible que implica alzar la voz.

 

EL SILENCIO

Desafortunadamente, el caso de Femsa en Nuevo Laredo no es único ni nuevo. Desde principios y mediados de 2018, tanto Coca-Cola Femsa como Grupo Gepp, embotelladora de PepsiCo, cerraron sus operaciones en Ciudad Altamirano, en el estado de Guerrero, y eso es otro caso que trascendió a los medios de comunicación. A lo largo de los últimos años, he sabido de primera mano de compañías grandes que, de un momento a otro, deciden cerrar operaciones en un fin de semana ante la falta de diálogo y respuesta de autoridades estatales cuando enfrentan una situación de extorsión. Muchas empresas prefieren salirse y evitar cualquier enfrentamiento, pero sobre todo, evitar poner en riesgo a empleados y proveedores. Muchos otros negocios no tienen el lujo de poder salirse o cerrar, mucho menos de denunciar.

 

GRAN DESAFÍO

Cuando Donald Trump o su candidato a vicepresidente, JD Vance, dicen que México es un narcoestado, se equivocan. México es un país con una gran extensión geográfica de realidades contrastantes, tan diversas como la diferencia entre Detroit y Santa Bárbara en California. Sin embargo, citar esa explicación y hacer una distinción entre las distintas partes del país no resuelve el problema. Pretender que no empaña la imagen de México cuando una bala perdida mata a un niño en Cancún es continuar con la política del avestruz. El próximo gobierno tiene figuras capaces, pero debe dejarlas actuar para que en el corto plazo administren el problema y en el mediano y largo plazo lo disminuyan. El crimen organizado es un cáncer y hay que evitar que haga metástasis nacional. Las avestruces mueren de cáncer.