Rodrigo Pacheco
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Los chips y el 6% del PIB

El 31 de agosto, en el marco del Informe Trimestral de Inflación, el Banco de México presentó un análisis del impacto económico de la crisis del abasto de microprocesadores en el sector automotriz. El análisis planteado por los economistas del banco central establece una cifra contrafactual de cuántos vehículos dejaron de producirse como consecuencia de los paros técnicos que se hicieron en los primeros siete meses del año.


La cifra estimada es de 383 mil vehículos no producidos, lo que implicó el 10% de los fabricados en 2019. A partir de ahí, el análisis plantea tres escenarios: el escenario 1 implica que se reactiva el abasto de microprocesadores y la producción automotriz regresa a sus niveles normales a principios de octubre, evidentemente, dicho escenario no se cumplió y el problema ha continuado hasta hoy.


El escenario 2 planteaba que la producción retomaría sus niveles normales hacia finales de diciembre, lo cual implica que se dejarían de fabricar 546 mil vehículos, lo que tendría un impacto directo en el crecimiento económico de 0.33% e indirecto de 0.50%, por lo que ello afectaría en 0.83% al Producto Interno Bruto (PIB).


El tercer escenario planteaba que la afectación por el abasto de microprocesadores continuaría sin cambios como en los primeros siete meses del año, por lo que se dejarían de producir 657 mil vehículos y ello generaría un impacto directo e indirecto sobre el (PIB) de 0.99 por ciento. De acuerdo con los datos con los que se cuenta hoy, el escenario 3 es el que se está cumpliendo, dado que el problema no sólo no se ha resuelto, sino que se incrementó, afectando a otros sectores.


Un indicio claro de que el problema de microprocesadores va más allá del sector automotriz fue el reporte del sitio de noticias Bloomberg, en el que consignó que la falta de microprocesadores afectaría la producción de 10 millones de iPhones. El asunto no es menor, dado que Apple y su presidente ejecutivo, Tim Cook, han sido formidables al diseñar cadenas de suministro resistentes y complejas en la fabricación de sus teléfonos y aparatos electrónicos, por lo cual no deben ser considerados como el canario en la mina, sino el minero, y éste ya dio señales de que el problema es más profundo de lo que se anticipaba hace unos meses.


El análisis del banco central relativo a los microprocesadores pasó relativamente desapercibido entre los analistas económicos, al menos así se puede inferir al observar las encuestas que han mostrado en la mediana un crecimiento de 6.1% para este año, aunque el impacto de los microprocesadores en el sector automotriz, al menos, debería incidir en un 0.3%, lo cual llevaría a la economía a crecer por debajo del 6% en 2021. En la encuesta que se publicó el 1 de noviembre se proyecta en la mediana de los 39 grupos de análisis consultados por el banco central un crecimiento de 6 por ciento. A este escenario habrá que sumar otros factores, como el impacto de los cuellos de botella en el comercio internacional, que puede impactar la importación de bienes intermedios que inciden directamente en la actividad industrial. Los datos de la balanza comercial en septiembre muestran que si bien la importación de bienes intermedios creció a tasa anual de 28%, cayó 0.8% en comparación anual.


Es cada vez más visible que la economía mexicana podría cerrar 2021 con un crecimiento inferior al 6%, aunque una fuerte reactivación del sector de los servicios podría eclipsar los factores negativos, ojalá noviembre y diciembre muestren una fuerte recuperación.

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