México es un país manufacturero. De acuerdo con el Inegi, el componente individual más grande del PIB es la manufactura, con 20 por ciento. Aunque ésta tiene muchos efectos en la economía mexicana como la formalización y la creación de clases medias, los procesos de automatización y robotización podrían erosionar en lustros o décadas las ventajas comparativas que hoy tiene México.
TURISMO TABLA DE SALVACIÓN
La actividad económica que puede amortiguar el impacto de la eventual robotización de la manufactura es el turismo, pero al igual que otros sectores de la economía, México se encuentra por debajo de su potencial. El turismo representa 8.4% del PIB y genera 4 millones 900 mil empleos; además, generó divisas por 30 mil 900 millones de dólares en 2023. El turismo doméstico representa 20% del consumo interno y, a diferencia de otras áreas de la economía, 93% de las empresas del sector son microempresas, lo que implica que es una actividad clave en el combate a la pobreza.
HOJA DE RUTA
La semana pasada, el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) se reunió con Josefina Rodríguez Zamora, quien será la nueva secretaria de Turismo, y planteó una visión para 2030 que puede impulsar de manera significativa al sector. Se busca superar el escenario inercial que estima que, para finales de esta década, se construirían 87 mil nuevas habitaciones y se invertirían 30 mil millones de dólares. La propuesta del CNET es lograr la construcción de 163 mil 500 habitaciones, detonando una inversión de 57 mil millones de dólares. Lo anterior implicaría 265 mil puestos de trabajo adicionales para llegar a un total de 570 mil nuevos empleos.
SEGURIDAD
El principal desafío que tiene el turismo en México es la seguridad. Por ejemplo, una persona muy cercana fue a un encuentro empresarial de directivas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y me contaba que tuvo que pasar por muchos retenes debido a los problemas que aquejan al estado; es difícil pensar que vuelvan a escoger ese destino. Obviamente, para qué mencionar algunos incidentes que han ocurrido en Quintana Roo o Acapulco que, antes del huracán Otis, ya no tenía turismo internacional por la inseguridad, ahora ni nacional a los niveles prehuracán.
PROMOCIÓN
De la mano de la inseguridad se encuentra la falta de promoción del país como destino turístico, lo que aumenta la vulnerabilidad debido a que otros destinos aprovechan los titulares de violencia que genera México para convencer a los turoperadores y turistas, y redirigir a visitantes que de otra forma habrían venido al país. La promoción requiere recursos y esto queda claro en los presupuestos que tienen los principales destinos del mundo como el Instituto de Turismo de España con 98 millones de dólares o la Agencia de Desarrollo Turística de Francia con 88 millones de dólares. No se trata sólo de países prósperos, el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía tiene un presupuesto de 243 millones de dólares. México no tiene presupuesto porque se extinguió el Consejo Promoción Turística para llevar esos montos que se generan con el impuesto que pagan los turistas internacionales para la construcción del Tren Maya.
DIVERSIFICAR
Además hay una enorme oportunidad para diversificar destinos más allá de los cinco principales destinos internacionales que son: Cancún, Ciudad de México, Los Cabos, Puerto Vallarta y Guadalajara, cuyos aeropuertos en conjunto representan 91% del tráfico internacional. Una opción para habilitar nuevos destinos que destaca el CNET es reactivar dos o tres Centros Integralmente Planeados como en su momento se logró con Cancún o Los Cabos.
OPORTUNIDAD
La nueva administración que comenzará en octubre tiene la oportunidad de impulsar al turismo. Josefina Rodríguez Zamora tiene la ventaja de no tener una agenda personal que en otros momentos ha generado filias y fobias, y ha mostrado buena química con el sector privado. El CNET le ha planteado 11 recomendaciones generales y 13 para subsectores específicos. Algunas de éstas son estratégicas y no dependen de ella, pero otras pueden empezar a dar resultados rápidamente. De tener éxito, estas medidas le permitirán a México reducir su fragilidad económica y alcanzar su potencial turístico.