El sector privado ha creado numerosos organismos mediante los cuales busca interlocución con los demás actores públicos y privados relacionados con sus actividades. El más visible de todos ellos es el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que a su vez agrupa a otros organismos del sector privado. La eficacia del CCE está muy vinculada al estilo personal de su líder; los hay aguerridos, como Juan Pablo Castañón o Carlos Salazar, o más acomodaticios como Gerardo Gutiérrez Candiani o Francisco Cervantes, y ello determina su eficacia como interlocutores con los tres órganos de gobierno, los tres Poderes de la Unión y la sociedad.
Además, existen otros grupos como el Consejo Mexicano de Negocios, que agrupa a los grandes dueños de empresas, o geográficos y no formalmente constituidos como el Grupo Monterrey, o de amplia representación y consistencia en el liderazgo como Coparmex, y otros también relevantes como Concamin y Canacintra. Cada gremio tiene su organización con un sinfín de siglas: ABM, Antad, AMDA, AMIA, AmCham, CEEG, ConMéxico, Index, Canieti, Canagraf y un largo etcétera.
¿PARA QUÉ?
Habiendo tantos mecanismos de interlocución, ¿para qué crear un Consejo Asesor Empresarial como el que anunció la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum? Lo anunciado por ella es similar al que creó el presidente López Obrador, que encabezaba Alfonso Romo. Sin embargo, el Consejo Asesor Empresarial se desgastó rápidamente en tanto colisionaron muy pronto las agendas e intereses del gobierno federal con sus miembros.
En muy poco tiempo, Altagracia Gómez se convirtió en una voz clave en la campaña de Claudia Sheinbaum, pero particularmente en una interlocutora clave con el sector privado. Ha demostrado una gran capacidad para gestionar y entender problemáticas específicas de muchos sectores y tiene una visión muy alineada con las necesidades de México en la coyuntura del nearshoring. Una diferencia respecto al Consejo Asesor Empresarial de López Obrador es que el anuncio de Claudia Sheinbaum se dio en el contexto de la Conferencia Internacional Monetaria, que es una reunión de los ejecutivos de los bancos más importantes del planeta y que en este año encabezó el líder de BBVA, Carlos Torres, quien decidió organizarla en México. Además, la virtual Presidenta electa dijo que estará en contacto con el secretario de Hacienda, el de Economía y la de Energía. Dicha interlocución, con el respaldo de Sheinbaum, le puede dar mucha viabilidad y requerirá habilidad de Altagracia para lograr una buena relación con los funcionarios, más allá del respaldo.
BUENAS SEÑALES
La administración de Claudia Sheinbaum tiene el desafío de navegar estos meses manteniendo la alineación con el legado de López Obrador y, al mismo tiempo, atenuar las señales negativas al arranque. Los nombramientos de gabinete en el área económica son perfiles más técnicos y pragmáticos, lo que es indispensable para disipar las dudas que han generado las reformas constitucionales del 5 de febrero pasado, así como para resolver los problemas que frenan el crecimiento de México, como los cuellos de botella en materia energética y de certeza jurídica. Los funcionarios designados tienen experiencia y no se caracterizan por sus posturas ideológicas. Además de los titulares, hay talentos de primer orden como Gabriel Yorio en Hacienda, quien podría relevar eventualmente a Ramírez de la O después del arranque o conducir el primer año de Pemex. En Economía, Marcelo Ebrard tiene también cuadros de primer orden, como Roberto Velasco.
DESAFÍOS
Considerando el marco de referencia, hay buenas señales, aunque los problemas más complejos del país no se resuelven en pocos años, particularmente el problema de inseguridad pública y la fragilidad institucional. Esta última podría intensificarse con una reforma al Poder Judicial que lo deje aún más vulnerable ante el crimen organizado, que naturalmente intervendría en la elección de jueces y magistrados. Sin duda, el Consejo Asesor Empresarial da una buena señal de la priorización de la interlocución con el sector privado, tanto nacional como internacional.