Rodrigo Pacheco
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El peligro de las sanciones débiles

La reacción de los mercados en Europa, luego de la invasión rusa a Ucrania fue de miedo, que se reflejó en una caída bajo el supuesto de que los precios de los energéticos van a subir como consecuencia de las sanciones en contra de Rusia, de hecho, el barril de petróleo Brent llegó a superar los 100 dólares momentos después de la invasión.

 

El compromiso europeo para mandar una señal fue contundente como lo demostró el canciller alemán Olaf Scholz, quien dejó la ambigüedad que había mostrado en su reunión con Joe Biden hace unos días, al anunciar la suspensión de la certificación de Nord Stream 2, el segundo gasoducto que conecta a Alemania con Rusia de manera directa.

 

Los mercados en Estados Unidos también cayeron un día después del comienzo de la invasión, sin embargo, el jueves, el presidente Biden anunció las sanciones de su país y los mercados comenzaron a repuntar, de hecho, cerraron en territorio positivo después del mensaje de la Casa Blanca.

 

¿Qué pasó? ¿Por qué remontaron los mercados? En su discurso, Joe Biden dio a conocer que no sacarían a Rusia del SWIFT dado que no tenían consenso con Europa.

 

El SWIFT se refiere al sistema que habilita a los bancos de todo el mundo a hacer transferencias entre ellos, por lo que si expulsan a un país del protocolo, todo su sistema financiero queda aislado del mundo como le ha ocurrido a Irán y a Venezuela.

 

Según se sabe, el principal opositor para sacar a Rusia del SWIFT, cuyas siglas se refieren a la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunications, fue Alemania, debido a que, de hacerlo, entorpecería su capacidad para importar gas y granos de Rusia, en esta situación también se encuentran Holanda e Italia por lo que, en general, los países europeos no son muy entusiastas de prescindir de las importaciones rusas.

 

El asunto no se circunscribe a Europa, en general, el mundo no es muy entusiasta con aislar a Rusia financieramente porque ello significa elevar los precios de los energéticos, el aluminio y los granos en un contexto de alta inflación, lo que llevaría a un menor ritmo de recuperación ante el aumento de las tasas de interés que tendrían que aplicar los bancos centrales.

 

Adicionalmente, Joe Biden estableció, sin poner mucho énfasis, que las sanciones no aplicarían a los energéticos, textualmente dijo lo siguiente: “Saben, diseñamos especialmente nuestro paquete de sanciones para permitir que los pagos por energía continúen”.

 

Con dicha medida, Rusia podrá seguir exportando gas y petróleo a cambio de dólares, dado que los hidrocarburos representan 56 por ciento de sus exportaciones; el impacto para la economía rusa estará muy atenuado.

 

Lo que es evidente la incapacidad de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para sancionar a Rusia es que no están dispuestos a hacer sacrificios importantes, a diferencia de Vladimir Putin, y ello entraña un peligro, dado que lejos de inhibir el comportamiento agresivo del presidente ruso, lo incentiva, como quedó demostrado con las sanciones cuando Rusia se anexó Crimea.

 

En unos años, el siguiente desafío de Putin puede ser en contra de un país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

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