Rodrigo Pacheco
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La estafa de Xifra en la mira

Las autoridades obviamente tienen otra prioridades que seguir a estafadores de poca monta.

La autoridad se hizo presente y emitió una suspensión en contra de Xifra Business Group, una estafa piramidal que se está extendiendo con agresividad en México y América Latina.


La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) estableció que la firma: “ofrece inversiones con rendimientos en mercados financieros sin autorización de la CNBV”, y aclara que Xifra no es una sociedad autorizada para captar recursos del público y no está sujeta a supervisión al no estar autorizada.


Los promotores de Xifra suelen argumentar en sus presentaciones que la empresa está registrada ante la Condusef y la CNBV. Es cierto, pero bajo la figura de S.A.P.I., lo que no las autoriza a captar recursos de inversión. Otro de los argumentos que utilizan es que están gestionando una autorización para convertirse en una fintech, concepto que se refiere a la intersección entre la tecnología y los servicios financieros. Sin embargo, la CNBV aclara que no hay ningún trámite de solicitud de parte de Xifra para operar como fintech, fondo de inversión o captadora de recursos.


Hace unos días, el presidente de la Condusef, Oscar Rosado, advirtió que las pirámides están creciendo más que antes, pues ahora utilizan las aplicaciones móviles para embaucar con mayor velocidad. En el caso de Xifra, sus promotores difunden videos en YouTube y Facebook, en general con poca audiencia, en los que hablan muy poco de sus “esquemas” de inversión y mucho más de historias de “superación” personal. Muestran cheques grandotes con muchos ceros, anillos de oro y platino de sus “enormes” ganancias y con nomenclaturas en los que se nombran diamante, oro, platino, master, presidente y otras ridiculeces de mal gusto. En esta iteración, son más osados que en el pasado y se han lanzado con mucho entusiasmo a varios países de América Latina, como ocurrió con OneCoin, cuyo epicentro era una mujer llamada Ruja Ignatova, quien generó una pirámide global con un sistema multinivel. Con Xifra, la tenue propuesta es que invierten en Forex, futuros, acciones, cryptos, etcétera, obviamente nunca hablan de la ponderación, del rendimiento, la estrategia, ni mucho menos del riesgo diferenciado de cada “activo”. Utilizan una fraseo hueco como: “Cada trader maneja una cuenta corporativa interna y por contrato tiene estipulado utilizar, en promedio, 1% del capital de la cuenta que maneja”. En otro de sus esquemas también invierten en plantaciones de cannabis legal en Estados Unidos y, como cereza en el pastel, en sus propios productos CBD.


Ante los cuestionamientos, tienen un repertorio de explicaciones y narrativas básicas que van desde: “lo que pasa es que hay personas que no están preparadas para ser millonarias”, “lo mismo decían de Uber” o “les cuesta mucho trabajo entender a las bitcoins”. Uno de ellos incluso da cinco consejos para que no te estafen. Su cinismo no conoce límites y sería realmente cómico de no ser porque muchas personas van a perder su dinero. Cuando implote dirán que fue un complot de los bancos y del sistema financiero mundial. Desafortunadamente, muchos promotores de menor nivel no parecen estar conscientes del engaño del que son parte y se les ve ilusionados y entusiastas, aunque en algún punto deben ignorar la enorme cantidad de inconsistencias y focos rojos, después deberán enfrentar la decepción y sobre todo la pena de haber enredado a amigos y familiares. Hay muchas entidades como Xifra en todo el país que parecen surgir en momentos de mayor crisis económica y, por lo tanto, más desesperación.


Las autoridades obviamente tienen otra prioridades que seguir a estafadores de poca monta, máxime cuando los embaucados por pena prefieren olvidar que denunciar, aunque en el caso de Xifra el tamaño de su ambición los ha hecho visibles y han captado la atención de los reguladores. Más temprano que tarde, las autoridades de otros países tocarán las puertas de la CNBV.

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